Energía Renovable
El proceso parte del parque de materia prima donde la biomasa troceada se va acumulando en un silo que la regula para alimentar de forma constante la caldera de combustión.
Esta caldera, con una potencia térmica nominal de 26 Mw, calienta el agua que se gasifica para que, por medio de un serpentín, llegue a la turbina para la generación de energía eléctrica, que se conecta al alternador que lo introduce a la red de distribución de energía.
Esta agua gasificada se enfría en la torre de refrigeración que lo disipa en forma de vapor de agua. En resumen, agua limpia no tratada que vuelve a la atmósfera, sin ningún tipo de tratamiento ni modificación. Este vapor de agua, que según las condiciones climatológicas, crea un efecto visual notorio es totalmente limpio e inocuo.

El proceso cuenta también con mecanismo de retención de partículas, incluidas las más pequeñas, que por medio de un ciclón y de un electrofiltro en constante funcionamiento, son eliminadas y recogidas en continuo, para gestionarlas convenientemente en un circuito cerrado.
La turbina instalada permite una producción eléctrica máxima de 12 Mw.