Ante la publicación de un estudio sobre la actividad de Glefaran queremos tranquilizar a toda la población de Güeñes y Zalla, en el sentido de que entendemos que su salud no está en peligro por la actividad que desarrolla la empresa.
La actividad que desarrolla Glefaran, está perfectamente regulada y controlada en Europa y en Euskadi. Glefaran sin ninguna duda cumple y cumplirá todas las normativas de salud y medioambientales que se exigen a esta actividad.
El informe presentado no es del CSIC, como se afirma en algunos medios. Este hecho tiene su relevancia pues es una de las numerosas inexactitudes y mentiras que estamos sufriendo continuamente.
El informe, firmado por el Dr. Palacios en todo su contenido es a nuestro juicio tendencioso, está lleno de falta de rigor e inexactitudes y llega a conclusiones totalmente erróneas.
A la vista de su curriculum, el autor ya no trabaja en el CSIC, cuando lo hizo fue como especialista en Zoología, Historia Natural y Conservación del Lobo, y no es experto en combustión de biomasa, lo que explica su falta de rigor en el estudio. Hay que recordar que el informe está realizado a título personal y no por el CSIC.
Parte de una hipótesis falsa como es la de identificar nuestra actividad con la incineración.
Glefaran es una instalación de combustión mediana de biomasa, que se ajusta a la Directiva Europea 2015/2193 y sujeta a una legislación específica y bien definida, tanto en los límites de emisión como en los combustibles utilizados. Tal y como cumplen cientos de plantas de combustión de biomasa próximas a la población que hay en Europa.
Incluso las condiciones de partida que plantea para la asignación de la AAI también son falsas, la AAI se ajusta a nuestras actividades reales y cumple con toda la normativa exigible, que por cierto está mal referenciada en el estudio, algo que evidencia la falta de rigor. De hecho, una parte muy sustancial del informe que es de naturaleza jurídica (obligaciones y procedimiento administrativo), está erróneamente desarrollado y vicia sustancialmente el informe.
Otra muestra de falta de rigor del informe es el total desconocimiento de nuestras instalaciones, cuando indica que Glefaran no cumple con las Mejores Técnicas Disponibles (MTD). Nuestro proceso incluye numerosas MTD como son: caldera de parrilla con economizador y sobrecalentamiento del vapor, precipitador electrostático, turbina de vapor por condensación al vacío, precalentamiento de aire de combustión, introducción del aire de combustión por etapas, precalentamiento de agua de alimentación de caldera, sobrecalentamiento del vapor en caldera, y equipos de control de ruido.
Siguiendo con su falta de rigor invoca al principio de precaución para afirmar que se debe ejercer porque la información científica es insuficiente, cuando en este caso se trata de una actividad perfectamente conocida y regulada por la Unión Europea.
Volvemos a insistir que la materia prima que utilizamos procede de desechos de podas y restos de origen forestal por lo que las emisiones son neutras en CO2.
La desinformación, derivada de informes con esta falta de rigor, supone un desgaste para los afectados como son la ciudadanía y la propia empresa al generar una alarma social injustificada.